Decimos césped al conjunto de hierbas cortas y tupidas que cubren el suelo de parques y jardines; la especie predominante que vemos son gramíneas o pastos, pero también podemos encontrar a leguminosas como tréboles o convolvuláceas como dichondra repens.
Las más usadas en gramíneas son ray grass, festuca, poa, agrostis, cynodon, paspalum , gramón, Axonopus, hierba de san Agustín, entre otros.
En el mercado podemos encontrar mezclas de semillas de varias especies o panes de césped, los cuales nos permiten obtener un rápido tapiz a la hora de armar un jardín.
A continuación vamos a conocer tres opciones a la hora de elegir el nuestro:
Gramilla común o cynodon dactylon
Es una de los más comunes que encontramos en grandes espacios porque requieren un bajo mantenimiento, con un crecimiento rápido a partir de rizomas que se encuentran bajo tierra y los estolones que se desarrollan a simple vista. Sus hojas son finas, verde grisáceas, de 3 a 6 cm de largo por 1 a 3 mm de ancho, aplanadas, en ocasiones dobladas, En invierno pierden clorofila hasta volverse blanquecinas. Sus tallos pueden crecer a 30 cm de altura, son ligeramente achatados, a veces con pintas púrpuras. Su sistema radicular es profundo por lo que durante una sequía o en invierno, la parte aérea se seca y la planta permanece viva, por un tiempo prolongado, hasta que vuelvan las condiciones adecuadas.
Si queremos sembrar semillas lo haremos antes del verano, cuando las temperaturas oscilen en los 25 ºC.
El primer paso es preparar el terreno, aflojando la tierra con elementos adecuados al espacio disponible, pasando rastrillo para romper los terrones y distribuimos las semillas uniformemente con algún sembrador mecánico o con la mano, “al voleo”.
Se aconseja 1 kilo cada 100m2 para asegurar una capa densa de gramilla.
Luego tapamos las semillas con un manto de tierra de unos 3 cm.
Dependiendo de la humedad del suelo, procederemos a dar un riego suave para provocar la germinación de las semillas sembradas, todos los días.
Al cabo de 10 días comienzan a aparecer las primeras hojas, entonces deberemos regar regularmente para promover su crecimiento.
Gramón, césped ancho o Axonopus sp.
Este pasto es el usado por excelencia en jardines, por su color, exuberancia y rápido crecimiento con condiciones adecuadas de riego, sol y nutrientes.
Es de la familia gramineae, produce hojas de 1 cm de ancho de color verde oscuro; los tallos con sus hojas llegan a medir 30 cm y se propaga rápidamente por estolones y rizomas. La hierba se adapta muy bien al calor y es moderadamente tolerante a la sequía, pero el riego es necesario dependiendo del suelo. No es muy tolerante a un tráfico intenso.
Debido a que se extiende a través de estolones por encima del suelo, la siega baja, sobre todo durante la primavera, puede causar daños en el césped. Crece a pleno sol y es muy resistente a la sombra y a la sal.
Si bien, el gramón, se puede reproducir a partir de semillas, es usual que se implanten panes de césped o se lo haga a partir de los estolones con raíces.
En ambos casos es necesario acondicionar el suelo, aflojar con herramientas adecuadas, rastrillar y agregar un poco de fertilizante.
Si lo hacemos con estolones, antes conseguiremos una buena cantidad y los tendremos en baldes con agua para evitar que se sequen. Para plantarlos nos ayudaremos de algún objeto de punta y haremos pequeños hoyos de unos 5 cm de profundidad, separados 10 cm. Ahora el riego diario es fundamental para que se arraiguen al suelo. En unos tres meses estará listo el colchón de césped.
Debido a que crece rápidamente, requiere de cortes frecuentes.
Oreja de ratón, riñoncito o Dichondra repens
Llamada así por la forma característica de su hoja en forma de riñoncito, es una hierba perenne, originaria de Nueva Zelanda y Australia, perteneciente a la familia de las convolvuláceas. Crea un césped verde oscuro muy atractivo y ornamental. Es capaz de crecer en cualquier tipo de suelo y clima, pero su ubicación ideal es en zonas sombreadas, húmedas y de poco tránsito; aunque también resiste a las soleadas. Dichondra tiene hojas de tamaño de 1 a más de 2 cm y tallos rastreros que arraigan por donde va tocando el suelo. Ideal para usar entre rocallas, entre losas o adoquines y zonas de árboles. Crece muy poco en altura y no requiere más de 3 o 4 cortes al año, razón por la que es una interesante alternativa al césped tradicional.
Se reproduce fácilmente por semillas y por división de matas.
En caso de semillas, la sembraremos a principios de primavera, aflojando el suelo y pasando rastrillo para romper terrones. Prepararemos con fertilizante NPK. Sembraremos a razón de 7 a 10 gr/m2, cubriremos ligeramente las semillas y mantendremos la tierra un poco húmeda, en unas semanas germinaran y empezaran a ser visibles sus pequeñas hojas.
Fertilización
El principal nutriente de gramíneas, como la gramilla y el gramón, es el nitrógeno, que lo encontraremos como Urea y lo aplicaremos según requerimientos del suelo. En la práctica personal sobre un suelo pobre, dosifico 1 kg cada 100m2, cada 30 o 45 días desde la primavera hasta el otoño, la dosificación se puede hacer al voleo, tomando la precaucion de llevar guantes y luego de la misma regar para evitar el quemado de la hoja por los fertilizantes.
La fertilización en dichondra también es a base de nitrógeno a razón de 1 kg cada 100m2. Bajando la dosis en verano para evitar enfermedades en su hoja.
Otros nutrientes como potasio, zinc, fósforo, magnesio, hierro, calcio, manganeso, azufre: también lo aplicaremos según necesidad y recomendación de un profesional competente.
Para tener un césped sano y agradable hay que observar la coloración de las hojas, manteniendo los macro y micronutrientes a demanda, retirando restos de corte para evitar la humedad excesiva en las hojas y favoreciendo la aireación del suelo.
Los cortes deben tener una altura mínima de 5 cm y debemos controlar la aparición de malas hierbas, para evitar competencias de alimentos, agua y sol.
El riego depende de la época del año y de la humedad propia del tipo de suelo, hay que evitar el encharcamiento de las plantas.
En suelos muy secos, duros y poco aireados podemos proceder a agujerear el mismo con objetos como palas de dientes, rastrillos o puntas caseras.
A trabajar… y disfrutar de nuestro jardín…